¿Qué hace un coach?
- (Extraído del Boletín de Invierno de Meta Performance 17/18)
Tras varios años colaborando con un cliente al que me une una gran amistad, un día me sorprendió con una pregunta algo desconcertante: Carlos, ¿Qué hace, realmente, un Coach? Creo que la respuesta que le ofrecí en aquel momento no dejo de ser más bien una monserga académica y convencional. El caso es que después de años de escuchar acerca de los más diversos tipos de coaching y del uso de la palabra “coaching” unida a los más excéntricos cometidos, decidí intentar consolidar un mínimo común denominador de lo que la función de un / una Coach implica, para ofrecer a mi cliente y amigo una idea más amplia y personal de lo que para mí significa ser un Coach:
¿Qué o Quién es un/una Coach? Podemos intentar determinarlo desde el punto de vista comportamental, funcional o por lo que ofrece.
Desde el punto de vista comportamental podríamos decir que un / una Coach es, básicamente, lo que demuestran sus conductas, así bien:
Qué/Quién NO Lo es:
- No lo es quien te dice lo que tienes que hacer
- No lo es aquel / aquella que no te escucha
- No lo es quien tiene prisa
- No lo es quien no empatiza contigo
- No lo es quien no pregunta
- Tampoco lo es quien no vuelve a preguntar muchas más cosas
- No lo es si no te demuestra su compromiso
- No lo es aquel / aquella que se centra únicamente en los resultados
- No lo es quien valora sólo lo operativo
- No lo es quien no quiere serlo, quien no lo valora y disfruta, quien no lo demuestra
Qué/Quién SI lo es:
- Es quien te quiere conocer
- Es el / la que te pregunta
- Es quien te da confianza
- Es quien te acompaña
- Es quien comparte ideas, referencias, experiencias
- Es la persona que no te juzga
- Es quien te ayuda a observar, te invita a analizar, recoge tus conclusiones
- Es quien te reta sin ofenderte y te felicita sin condescendencia
- Es quien te propone que te marques metas
- Y, por supuesto, es quien aprende de ti
- Igualmente podemos hacer una clasificación funcional del término Coach, en relación con sus cometidos profesionales.
No es un formador ni un facilitador, pero debe conocer las técnicas básicas de la formación, desde la mayéutica, la instrucción, el manejo de paradigmas, el análisis o el método deductivo…Debe saber transmitir y requerir desde su lenguaje no verbal y paraverbal. Debe aportar la información necesaria para inspirar, instigar, aclarar, reforzar, debe ofrecer ejemplos, ejercicios, casos que permitan la reflexión o la focalización en aspectos clave.
- No es un consultor, pero debe hacer un completísimo diagnóstico de situación, expectativas, necesidades y posibilidades de su Coachee, que le facilite focalizarse hacia un objetivo motivante y útil.
- No es un evaluador, aunque debe saber observar, preguntar e interpretar sin prejuicios sobre las capacidades, habilidades o actitudes y motivaciones para permitir que su “binomio” tenga percepciones más ajustadas, genere conclusiones más asentadas y establezca proyecciones realistas.
- No es tu psicólogo ni tu amigo, pero sabe interpretar los “momentos”, los estados de ánimo, sabe escuchar, esperar, apremiar, motivar.
Esta clasificación puede continuar con lo que ofrece o, mejor dicho, con lo que debería ofrecer personalmente, con la receta mágica del buen o la buena Coach:
Las tres claves que te permitirán asegurarte de que estás compartiendo un tiempo de tu vida profesional con alguien que te va a ayudar
1. Querrá: su actitud de ayuda y servicio estará basada en la inteligencia emocional, en la psicología positiva y en la resiliencia. Es importante tener tacto y flexibilidad para empatizar y afrontar, conjuntamente, áreas de desarrollo. Es muy importante saber proyectar y proponer un camino mejor, más útil, más fácil, con menos sufrimiento y más resultados. Es clave no rendirse a la frustración de los fracasos, de las dificultades, del sobreesfuerzo.
2. Sabrá: su formación será amplia y variada. La formación académica, importantísima, es sólo el comienzo; la formación específica en métodos y modelos de coaching, retroalimentación, análisis, establecimientos de planes de actuación…Además, tu Coach tiene que haberse formado con un concepto humanístico: todos los conocimientos, técnicas, métodos de trabajo pueden ayudar en algún momento. Un Coach nunca deja de formarse y de aprender.
3. Podrá: te ofrecerá su experiencia. Esto requiere tiempo, lo sé, pero el / la Coach no puede serlo sin experiencia. Toda experiencia es útil, en realidad la vida ya nos va ofreciendo experiencias que nos van enseñando. El coach reflexionará sobre sus experiencias (si no sabes sacarle partido a tu propia experiencia creo que te costará ayudar a otros), cuanto más amplias mejor, lo que le permitirá promover lo más adecuado en cada momento o evitar lo innecesario o inútil.
Finalmente, la última de las clasificaciones:
Pruebas del algodón
· Sólo aquel que te haya ayudado a 1º) cambiar y consolidar algo, un comportamiento, una perspectiva, un método nuevo, y 2º) que con dicho cambio te haya permitido avanzar profesionalmente o como persona, o te haya ayudado a solventar alguna carencia o problema o te haya mostrado una nueva visión de tu vida o función profesional más positiva y / o creativa, será digno de definirse como un Coach.
Espero, estimado amigo, haber respondido, algo más claramente, acerca de lo que es para mí el camino del coaching o de lo que, creo, representa ser un Coach.
Carlos Sánchez Merodio
Meta Performance